<A veces el único modo de encontrar la luz es cerrar los ojos y atravesar la oscuridad interior>
Atraviesa el tiempo otra
flecha de Apolo, rescatado para la ocasión por un caracol misterioso en un
jardín de estatuas en ruinas. En otro
lugar el Adán de Miguel Ángel confronta imágenes terroríficas de destrucción hasta que Dios, definitivamente
alejado de su Creación, pulsa un Rewind escalofriante de la Historia hacia el
Big Bang, - o el origen de la vida.
Mientras tanto, en un Museo donde espectadores desahuciados dormitan
entre representaciones de Bellezas
Clásicas Torturadas y Naturaleza Muerta , enloquece la Venus de Boticelli. Hay
un asesino de videojuego merodeando en su propio laberinto . Y un conejo blanco, escapado de sus garras,
que desbarata los planes de un experimento científico imposible sobre la Tierra
en el acelerador de partículas de Ginebra, algunos de cuyos resultados leemos
en una cámara de burbujas poética. ¿Es posible que el sentido que conecta las
piezas de este caos de cosas aparentemente absurdas se encuentre entre los
resultados de este experimento fallido?, ¿o nada –ni siquiera la poesía o el
arte- tiene ya sentido?:
Si nada tiene sentido,
entonces “Tránsito” es simplemente la transcripción del proceso mental del
protagonista –un espectador contemporáneo cualquiera acostumbrado a la
exhibición de maldades cotidianas,
enfrentado a sí mismo: una historia bárbara sobre la civilización y un
viaje a modo de pesadilla por el lado oscuro de la existencia.
Pero no
hay nada definitivo, todo es tránsito: si hay algo que permanece a través de
todos los cambios es una cierta perspectiva de que nada permanece. Tampoco el horror y el sufrimiento. La vida
continúa y siempre hay un lugar y un momento de fugaz destello de la
conciencia, que se reconoce en esta verdad y permite despertar a la esperanza,
aunque de momento sólo sea un sueño,
nubes, trazos de una realidad dibujada...
Porque la conciencia
incluye no sólo el dolor de la Humanidad, sino el anhelo de transcenderla. La estructura abierta de la
narración apela deliberadamente a la habilidad proyectiva del espectador para
encontrar ese algo superior, y en tal sentido este viaje por el lado oscuro de
la existencia se ofrece como una experiencia catártica.
Porque TRÁNSITO es un espectáculo inconformista en el que la experiencia sensorial juego un rol tan importante como la búsqueda de significado.